No mueres, porque eres Señor de la vida; Vida que das ciento por uno.
Porque eres amo de esa luz y de ese cielo que tú posaste en esa Triana de tus entrañas...
No mueres, porque de tu boca de dulzura mana el aura y la brisa; el aliento y la fuerza con la que suspira Triana y Sevilla...
No mueres nunca, porque ese madero vertical que te sostiene es también el Norte del corazón de los tuyos.
No mueres nunca, porque si lo hicieras; No existiría Triana. Y no lo haces, porque al tercer día de la Pasión revives otra vez.
Dicen que expiras, que te mueres, Cachorro;
Y no es verdad, porque tu boca entreabierta...
Tus ojos perdidos...
Tu escorzo imposible...
Y tu grito callado lo dice.
NO MUERES NUNCA, CACHORRO.
A Dª Nuria Iglesias Casademunt.
Que me inculca la devoción de su Cristo.
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